Las adaptaciones de la Puna
Las condiciones ambientales determinan la abundancia o la pobreza de la biodiversidad en una ecorregión. Sin embargo, como en todas las ecorregiones del planeta, los organismos que se desarrollan en la Puna presentan una serie de adaptaciones que les permiten habitar un determinado lugar y no otro. En la Puna, la gran amplitud térmica, los fuertes vientos, la aridez de los suelos, la intensa radiación solar y la escasez de agua suelen ser condiciones poco favorables para la vida. Sin embargo la biodiversidad puneña se caracteriza por ciertas estructuras y comportamientos que la hace resistente a estas condiciones ambientales adversas.
Las adaptaciones de los guanacos y las vicuñas
Los guanacos y las vicuñas tienen un fino, largo y espeso pelaje que favorece la pérdida de calor corporal durante el día, y lo mantiene durante las frías noches de la Puna. Estos animales se revuelcan en el polvo para mantener su pelaje en buenas condiciones.
Si nieva, estos mamíferos caminan hacia zonas más protegidas. Durante el deshielo, también migran hacia regiones más secas, porque la excesiva humead puede perjudicar sus gruesas uñas.
El largo cuello de los guanacos y de las vicuñas les permite observar por encima de la vegetación y avistar la presencia de predadores. cuando advierten un peligro, los machos avisan al resto de la manada con sonidos similares a un silbido. Por otra parte, las plantas de las patas de estos mamíferos poseen unas almohadillas elásticas que fijan su desplazamiento entre las piedras.
Los guanacos y las vicuñas son animales exclusivamente herbívoros que recorren a diario enormes extensiones en busca de alimento. Con sus grandes dientes incisivos, sólo cortan la parte aérea de las hierbas.
Las adaptaciones de los ñandúes
Los ñandúes petisos o suríes son otros de los habitantes característicos de la Puna argentina. Estas grandes aves no voladoras pero muy corredoras tienen unas alas pequeñas e inútiles, y dos patas robustas terminadas en tres gruesos dedos con fuertes uñas. Se los considera animales omnívoros, porque consumen una gran variedad de alimentos, como raíces, frutos, granos, insectos, huevos, pequeños reptiles, anfibios y pichones de otras aves. Finalizada su alimentación diaria, los suríes dedican gran parte del tiempo al cuidado de sus plumas. Echados sobre sus patas, se hacen baños de polvo con los que remueven los parásitos que suelen adherirse a la piel.
Los suríes viven en grupo y, en la época de reproducción son los machos los que incuban los huevos.
Las adaptaciones en los vegetales pequeños
Otro ejemplo de habitantes típicos de la Puna son los cardones. Estos vegetales son cactus de gran porte; como los demás cactus, es un vegetal perenne, pero, a diferencia de estos, es una planta con tallos y con forma de gruesas columnas de hasta diez metros de altura, y con numerosas costillas espinosas y flores que se abren por la noche.
Los vegetales que habitan ambientes secos como el de la Puna se denominan xerófitos. Las hojas de estos egetales suelen ser muy pequeñas o están transformadas en espinas. En consecuencia, liberan muy poca cantidad de agua durante la transpiración del organismo.
Otra adaptación de los vegetales xerófitos relacionada con la escasa humedad de estos ambientes es su amplio sistema de raíces, que les permite absorber el agua caída de las breves y muy esporádicas lluvias.
Actividades:
1) Leer el texto e identificar las adaptaciones que poseen los guanacos, las vicuñas, los suríes y los cardones.
2) Seleccionar las adaptaciones de los animales identificadas y clasificarlas en adaptaciones de estructura, adaptaciones del funcionamiento del organismo y adaptaciones del comportamiento.
Adaptadio de Biología 2 ActivAdos, Ed Puerto de Palos, 2016